Son panes que no se hornean, únicamente se deshidratan a baja temperatura. Así conservan intactos sus nutrientes y se asimilan mejor. En lugar de harinas obtenidas de los cereales, se utilizan diferentes semillas germinadas y otros ingredientes molidos.
Este tipo de pan es imprescindible en la cocina “raw”, “crudivegana” o “alimentación viva”, un sistema dietético vegetariano, donde no se cocinan los alimentos, aunque se pueden calentar o deshidratar a temperaturas que no superen los 40ºC para conseguir la textura esponjosa del pan o la crujiente de galletas. Es un tipo de alimentación donde se utilizan sólo alimentos vegetales crudos (hojas, frutas, verduras, brotes y germinados, setas, algas, semillas y frutos secos activados) y descarta aquellos que no pueden consumirse en este estado, como el pan convencional horneado.
En conclusión, un tipo de pan que permite consumir los cereales en crudo y además mejora sus cualidades nutricionales en comparación con otros métodos de preparación.